domingo, 16 de junio de 2013

El aire que respiramos




Inspiramos O2 y espiramos CO2 por la respiración celular, el dióxido de carbono forma parte de la vida, pero las cantidades crecientes  que la actividad humana está depositando en la atmósfera y su efecto invernadero lo han convertido en un contaminante a combatir.

También inspiramos polvo, arena, polen, esporas, microorganismos y tóxicos procedentes del consumo de combustibles, óxidos  de S y N que mezclados con H2O de las nubes provocan la lluvia ácida con efectos devastadores sobre los bosques.
El ozono, Oque a una altura de 30 Km, en la Estratosfera, nos protege de los dañinos rayos ultravioletas del Sol cuando se produce en la Troposfera es un fuerte contaminante por su alto poder oxidante.
Recordar el agujero en la capa de ozono que años atrás tanto  preocupó al mundo por el incremento de los rayos UVA que llegaban hasta la superficie y el incremento de enfermedades relacionadas con ellos como el cáncer de piel. Era producido por las emisiones a la atmósfera de unos gases conocidos como CFC utilizados como propelentes en los sprays y como líquidos refrigerantes. La prohibición de su fabricación y uso zanjó  el problema radicalmente y actualmente la capa de ozono protectora se regenera rápidamente. 

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